En el marco de la celebración del Día internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, este 1 de mayo debemos afrontar la inmensa responsabilidad de consolidar el camino que nos permita crecer, desarrollarnos como país, como pueblo y como patria, fortaleciendo el trabajo, los derechos adquiridos y la inclusión, para lograr una verdadera Justicia Social.
Hoy el pueblo trabajador ha abierto los ojos, conociendo su fuerza y su poder, sabiendo que si el trabajo crece, también avanza la educación, la salud, el desarrollo, la tecnología y los derechos de todos y todas.
Tenemos que consolidar un proyecto de país que no permita nunca más el avance de aquellos sectores empresarios, judiciales y políticos que accionan en contra de la soberanía nacional y de la felicidad de su pueblo.
Fue siempre el camino de la unidad, la participación y la construcción de una Nación federal y soberana lo que nos permitió forjar la columna vertebral de los derechos laborales y sociales en nuestro país. Por eso, este 1º de mayo reafirmamos nuestro compromiso con las trabajadoras y los trabajadores, para frenar a quienes pretenden arremeter contra el salario, la industria nacional y la dignidad de nuestro pueblo.