Desde la Federación Argentina de Municipios expresamos nuestro más enérgico repudio a las
recientes declaraciones del presidente Javier Milei contra el gobernador de la provincia de
Buenos Aires, Axel Kicillof. Nos solidarizamos con el gobernador y con todos los bonaerenses
que se ven afectados por discursos que no solo buscan desacreditar la gestión provincial,
sino que también promueven la desestabilización institucional.
Los intendentes de todo el país, nucleados en la FAM, rechazamos enérgicamente la
destrucción del sistema democrático argentino. Primero, con la quita del Fondo para el
Fortalecimiento Fiscal, y ahora, con intentos de desconocer la gestión legítima del gobierno
de la provincia de Buenos Aires. No podemos permitir que se sigan vulnerando los derechos
y recursos esenciales de nuestros municipios y provincias.
Resulta inaceptable que, en lugar de centrarse en resolver los problemas reales del país, se
insista en profundizar la confrontación y la violencia política. En un momento en el que la
Argentina necesita unidad y cooperación, el llamado a medidas que atentan contra el
federalismo y la autonomía de las provincias sólo genera incertidumbre y daño social. La
democracia se fortalece con el diálogo y el respeto institucional, no con agravios ni amenazas
de intervenciones que nada tienen que ver con el mandato popular.
Instamos al Presidente a que, en lugar de fomentar el conflicto, acepte la invitación del
gobernador Kicillof para trabajar de manera conjunta Nación, Provincia y municipios, para
resolver las problemáticas urgentes que afectan al país. La seguridad, la educación, la salud
y el desarrollo productivo requieren un compromiso compartido, más allá de las diferencias
ideológicas. Pedimos por favor al Presidente que se rectifique, y estamos a disposición para
trabajar articuladamente por el bienestar de las y los argentinos. Llámenos mañana mismo y
estaremos dispuestos.
El pueblo argentino ya ha demostrado en innumerables ocasiones que la violencia y el odio
no son el camino. Frente a los intentos de socavar nuestra democracia y promover discursos
destructivos, reafirmamos nuestra convicción: el amor siempre vence al odio.